Al fruto de la annona muricata le conocemos como guanábana y tiene una apariencia como de mundo fantástico: un balón ovalado lleno de chipotes y repleto de semillas casi negras. Quién hubiera pensado que se podría comer, más aún que tuviera esa pulpa blanca carnosa, tersa, jugosa y con ese toque ácido… deliciosa.

La guanábana nos sorprende más allá de su exquisito sabor y rara apariencia pues contiene sustancias que benefician a nuestro organismo, como por ejemplo: 

1. Antioxidantes que ayudan a eliminar los radicales libres, sí, esas moléculas que al paso de los años aceleran el envejecimiento.  También tiene calcio, lo que conserva en buen estado los huesos.
2. Muuuuucha vitamina C, lo que fortalece tu sistema inmunológico y te ayuda a prevenir enfermedades y mantenerte saludable.
3. Uno más de los beneficios, pues la naturaleza es generosa y nuestro balón chipotudo es grande en tamaño y bondades: contiene vitaminas del complejo B que te harán sentir lleno de energía.

¿Qué te parece? Ahora que la conoces más allá de su extraña corteza y sus semillas, ¿te apetece un poco de guanábana?